resucitado y glorificado eres Tú, oh Dios! Concede que el día de alcanzar tu santa presencia se acerque rápidamente. Alegra nuestros corazones a través de la potencia de tu amor y tu placer, y concédenos firmeza para que podamos someternos voluntariamente a tu voluntad y tu decreto. Verdaderamente, tu conocimiento abarca todas las cosas que has creado o crearás, y tu poder celestial trasciende todo lo que has llamado o llamado a la existencia. No hay nadie a quien adorar, excepto a ti, no hay nada que desear excepto a ti, no hay nadie a quien adorar aparte de ti y no hay nada que amar, excepto tu buen placer.
Verdaderamente, Tú eres el Gobernante supremo, la Verdad Soberana, la Ayuda en Peligro, la Autosuficiencia.
¡Tú, Dios mío! Quien guía al buscador por el camino que conduce hacia la derecha, Quien libera el alma perdida y cegada de los desechos de la perdición, Tú que otorga las sinceras grandes recompensas y favores, Quien protege a los asustados dentro de Tu refugio inexpugnable, Quien responde, de Tuyo horizonte más alto, el grito de los que claman a Ti. ¡Alabado seas, mi Señor! Has guiado a los distraídos de la muerte de la incredulidad, y has traído a los que se acercan a Ti a la meta del viaje, y te has regocijado de la seguridad entre Tus siervos al concederles tus deseos más preciados, y has, desde Tu Reino de belleza , abrió ante los rostros de aquellos que anhelan por Ti las puertas de la reunión, y los has rescatado del fuego de la privación y la pérdida, de modo que se apresuraron hacia Ti y obtuvieron Tu presencia,
Oh mi Señor, ellos tenían sed, Tú alzaste a sus labios resecos las aguas del reencuentro. ¡Oh, tierno! Otorgando a uno, calmaste su dolor con el bálsamo de tu generosidad y gracia, y sanaste sus dolencias con la medicina soberana de tu compasión. Oh Señor, haz firmes sus pies en tu camino recto, ensancha para ellos el ojo de la aguja y haz que, vestidos con túnicas reales, caminen en gloria por los siglos de los siglos.
En verdad, eres el generoso, el que siempre da, el precioso, el más generoso. No hay otro Dios sino Tú, el Poderoso, el Poderoso, el Exaltado, el Victorioso.