Poderosa oración para vencer enemigos en el trabajo

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Quizás uno de los comandos más difíciles que Jesús nos da como sus discípulos es bendecir, amar y rezar por nuestros contrincantes. Pero, ¿cómo puedes rezar por alguien que quiere hacerte daño en el trabajo? Puede ser difícil que lo hagamos, pero a través del poder del Espíritu de Dios obrando a través de nosotros, todo es posible. A través de Jesús, podemos rezar por nuestros contrincantes. Aquí hay una forma en que puedes llevarlo a cabo a través de una oración para vencer contrincantes en el trabajo.

 

 

Oración para vigilar contrincantes en el trabajo

En la vida laboral, debemos ser muy precavidos con varias personas que nos cubren y vivir con nosotros.

Señor Jesús, siguiendo tu ejemplo y mandamiento, oramos por nuestros contrincantes en el trabajo hoy. Primero te pedimos que satures nuestras vidas con el poder y la fuerza del Espíritu Santo. Envía tu amor fluyendo a través de nosotros y perdónanos por aferrarnos a algún cosa que consigua obstaculizar nuestras oraciones. Liberamos algún falta de perdón, pensamientos de venganza o emociones de odio que logren apagar Tu Espíritu en nuestros corazones. Después danos sabiduría mientras buscamos cómo bendecir, amar y rezar por nuestros contrincantes.

Oramos para que bendigas a nuestros contrincantes laborales y organices eventos en sus vidas que dejarán sus corazones expuestos frente ti. Cuando caracterizaste la bendición en las Bienaventuranzas, te pedimos que les des una pobreza de espíritu que reconozca su profunda necesidad de Ti. Oramos para que descubran tu consuelo en instantes de desafío, y se humillen frente ti, a tu forma y a tu tiempo. Oramos para que les enseñes misericordia antes de que sea muy tarde, sabiendo que todos somos contrincantes de Dios antes de que nos extiendas misericordia, y que, simultáneamente, sean misericordiosos con los demás.

Señor, te pedimos que en lugar de anhelar el mal puro, tengan hambre y sed de tu pureza y rectitud, se conviertan en defensores de tu justicia y que sus espíritus guerreros se conviertan en pacificadores. Eliminar la fachada del bienestar; derriba las mentiras que los han engañado; y contemplar sus caminos hasta que no logren ver otra salida que la de arriba. Oramos para que les enseñes la inutilidad de lo que están llevando a cabo porque al ponerse en contra al reino de Dios y en su oscuridad, frecuentemente son ajenos a las verdaderas causas de su accionar y las consecuencias resultantes. Revelales algún mal profundo o traumas en sus propias vidas que logren estar prestando asistencia a sus acciones destructivas.

Sabiendo cómo en oportunidades usas el mal y la contrariedad para traer bendiciones a nuestras vidas, rezamos lo mismo por nuestros contrincantes. Usa algún medio que requiera para ablandar los corazones pedregosos, abrir los ojos ciegos y ayudarlos a entender su necesidad absoluta para usted. Si es requisito, permita la persecución en sus propias vidas para que logren presenciar su bendición. Hábleles de manera milagrosa y sobrehumano si es requisito, a través de un sueño, una película, otro leal, Su Palabra, o de hecho a través de nuestras vidas si en algún instante nos confrontamos.

De alguna forma, permítales ser presentes de Tu poder y admitir que Tú eres la fuente. Oramos por convicción, por una evaluación honesta de su destino, y por una sensación de desesperación si eso es lo que necesitan para tomar en cuenta sus reclamos y comprender quién es usted realmente. Persíguelos, de hecho dando permiso que la amabilidad los lleve al arrepentimiento. Y danos paciencia y una profunda seguridad en ti, Señor, de hecho cuando no tengamos la oportunidad ver ningún cambio en nuestros contrincantes. Cuando vacilamos, sin querer rezar por nuestros contrincantes, ayúdanos a acordarse tu felicidad en nuestras vidas y lo que seríamos sin ti.

Amén

 

Lesiones abiertas, Sagrado Corazón, todo amor y amabilidad, la sangre de Nuestro Señor Jesucristo, vuelca en mi cuerpo hoy y siempre. Estaré vestido y armado con las armas de San Jorge. No sea que mis contrincantes en el trabajo, teniendo pies, me alcancen; teniendo manos, no me lleves; al tener ojos no me ven, y también los pensamientos tienen la oportunidad de tener que hacerme daño.

Las armas de fuego no alcanzarán mi cuerpo, los cuchillos y las lanzas se romperán sin que mi cuerpo alcance, las cuerdas y las cadenas se romperán sin que mi cuerpo se ate.

Jesucristo, protégeme y defiéndeme con el poder de tu Divina Felicidad y la Virgen de Nazaret, cúbreme con el manto sagrado y divino, protegiéndome en todos mis dolores y aflicciones; Dios, con tu Divina Misericordia y colosal poder, sé mi defensor contra el mal y la persecución de mis contrincantes.

 

Oh! Glorioso San Jorge, en nombre de Dios, en nombre de la Virgen de Nazaret y en nombre del Divino Espíritu Santo, extiéndeme tu escudo y tus capaces armas, defendiéndome con tu fuerza y ​​tu excelencia, del poder de mis contrincantes carnales y espirituales, y todas sus malas influencias y que bajo los pies de tu leal jinete, mis contrincantes están humildes y obedientes a ti, sin atreverse a tener una observación que consigua dañarme.

Que así sea, con el poder de Dios, Jesús y la falange del Divino Espíritu Santo.

Amén

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