Oración para liberar a los hijos de de la ruina, brujería, rebeldía y drogas

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Frecuentemente, las incursiones de nuestros hijos en la oscuridad son la consecuencia de una predominación demoníaca, lo que piensa que podemos usar una oración vinculante para contrarrestar esta predominación. Es una oración general vinculante, pero puede usarse en tus hijos. A los demonios les encantaría reclamar a nuestros hijos como propios, pero Dios es todopoderoso y no permitirá que eso ocurra a través de la siguiente oración para dejar en independencia a los hijos.

 

 

Oración por los hijos para romper toda clase de ataduras

Jesús lo dio todo por ellos, de esta manera que lo logró por ti, de hecho hasta el punto de vivir terribles sufrimientos, para realizar una distingue en tu alma y la de ellos. Jesús te agradece por aceptar llevarlos con tu amor y tus sacrificios a su amor sanador y la gloria del Cielo. Puedes rezar lo siguiente como ofrendas de sacrificio para ayudarlos a liberarse de lo que sea que les no permita volver a vivir completamente en la verídica fe y en los proyectos de Dios para ellos.

 

En el Nombre de Jesús, y con el poder del Espíritu Santo, Que se destruya algún palabra diabólica que se consigua haber pronunciado contra nosotros, algún gesto y algún ceremonia maligna que tenga la intención de causarles a nuestros hijos ansiedad, confusión, opresión, patología o algún maldición. Que se corten los lazos negativos que logren tener y esos que les hacen mal. Amén

Te pido señor de todo corazón que libres a mis hijos de la angustia, tristeza, obsesiones, del odio, fornicación, envidia.  De pensamientos de celos, furia, muerte, de algún pensamiento de suicidio y aborto, de todas las formas de sexualidad malas.
Por la división de la familia, de las malas amistades líbralos Señor de todo mal. Liberalos de toda forma de maldad, factura, y algún brujería maligna oculta. Por favor Señor, dijiste: «Te dejo paz, mi paz te doy», por intercesión de la Virgen María, entonces concédeles la paz para que sean liberados de cada maldición y disfruten más de tu paz. Por Cristo nuestro Señor. Amén

Te pido por nuestro hijo el Señor Jesús, que has amado y bendecido a los niños con un amor especial. Señor, mantenlo en tu amor. Declaraste que a tal forma parte el reino de los cielos, te rogamos por nuestro hijo.

Dios eterno y misericordioso, me inclino humildemente en presencia de Tu sin limites Majestad. Te adoro con todo mi ser y toda mi fuerza. Te ofrezco lo que soy y lo que hago. Confío en tu amor con un abandono filial. Te pido perdón por los fallos de mis hijos. Te suplico que los ayudes en cada momento de su crónica para que, a la sombra de tus alas, se sientan en todo momento protegido.

Oh Divino Padre Eterno, por tu amor todopoderoso, líbralos de las trampas del diablo y de algún otro mal. Dales la fuerza para caminar por el sendero de tus mandamientos y de las enseñanzas del Evangelio, para tu gloria y la salvación de mi alma. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo, ahora mismo y siempre, y por los siglos de los siglos. Amén.

Oh Hijo primogénito del Padre, Jesús nuestro Salvador y nuestro adulado Señor, por tu pasión y tu muerte, líbralos de las trampas del diablo y de algún otro mal. Hazlos aguantar las tentaciones del enemigo infernal, y sosteniéndolos con tu cuerpo y tu sangre, hazlos vivir todos los días, siguiéndote fielmente. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo, ahora mismo y siempre, y por los siglos de los siglos. Amén.

 

Sello y protejo, con el Poder de la Sangre de Jesucristo nuestro Señor a mi hijo, sello su conciente, inconsciente, subconsciente; ser físico, ser biológico, psicológico, material, y espiritual. Derribo y destruyo de sus mentes la fortaleza de rebeldía, incredulidad, falta de temor y desobediencia a ti Padre.

Líbralos de todo hecho, dentro y fuera de las escuela, lugar de vida o trabajo, de algún atropello, al atravesar calles o avenidas, liberalos del alcoholismo, del tabaquismo, de  drogadicción, de lujuria, obscenidad.

Líbralos de sufrir algún secuestro, o de la enfermedad; de sufrir algún robo, abuso de autoridad, de parte de algún maestro, o algún clase de abuso de algún compañero u otra persona; de riñas dentro y fuera de la escuela, o de su trabajo. Amén

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