Oración para los conflictos del trabajo

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Tener un trabajo decente que nos permita poner pan en la mesa de nuestros hijos es una bendición invaluable, pero tristemente no en todos las situaciones tenemos un óptimo ámbito de trabajo, colegas bien premeditados, un jefe justo que reconozca nuestro valor. A continuación te exponemos más de una oración para espantar los problemas en el trabajo y así omitir las adversidades que le previenen poder el éxito laboral que mereces.

 

Oración para los conflictos laborales

Oh Santísima Virgen, Madre de Cristo y nuestra Madre, al costado de Jesús, tu Hijo, has conocido
la fatiga del trabajo. Por esta razón, te lo ruego, volví tu mirada de amor a mi pelea día tras día en este trabajo que me brinda pan. En mi trabajo, te pido tu bendición, Santísima Madre.

Ayúdame a vivir con la fuerza creativa y providente de Dios y un servicio amoroso prestado a mis hermanos
como un medio de expiación por los fallos contribuyendo a mi redención y santificación, así como a toda la raza humana. Afirma, oh madre, mi trabajo y aleja todos los conflictos que se me detallan en él, Concédeme todo lo que pido, y principalmente (haz la solicitud).

Nuestra Señora del Trabajo, ruega por nosotros. Amén

Señor Jesucristo,

Tú, siendo Dios, querías asumir nuestra humanidad para que seamos salvos. Hasta que comenzó tu plan de amor, prestando asistencia a San José con los servicios de carpintería. De esta forma, nos mostraste la consideración del trabajo para ganarse la vida día tras día.

Del mismo modo, inspíranos con sabiduría para que tengamos la oportunidad realizar un trabajo decente y ser dignos de tu presencia, dentro del ámbito de nuestro trabajo. Danos la alegría de tener un trabajo persistente y duradero, buenos colegas y una increíble ocasión de avance dentro de nuestros puestos. Derrama tus bendiciones para que tengamos la oportunidad realizar un trabajo digno, honesto, ético e capaz. Empodéranos para que siempre seamos portadores de tu paz y tu misericordia en nuestro empleo. En el final, pedimos que no nos falte el pan de cada día. ¡Que así sea!

Oh Señor, me regocijo en tu fuerza y ​​me regocijo en tu asistencia, así que me dirijo a ti, confiado en tu poder, porque transformarás mi nombre en una bendición y me cubrirás de alegría en tu rostro. De ti emergen la riqueza y la gloria, eres el Señor de todas las cosas, así que te ruego:

Tú, que tienes fuerza y ​​riqueza en tus manos, bendice mi trabajo y líbralo de todo tipo de problemas, porque es tu mano la que tiene el poder de darle a todo excelencia y solidez.

Hazme caminar en tus caminos, Señor, y deja que mi tierra dé sus productos y que los árboles de mis campos se carguen con frutos espirituales y materiales para que yo coma tu pan hasta la saciedad y viva con seguridad en mi morada, para que haya paz en mi lugar de vida, mi tierra, que mi sueño sea relajado.

Mantén a mis contrincantes laborales fuera de mi sendero, todos caen frente tu espada, multiplica mis cultivos, mis resultados y ganancias, no rechaces mi alma.

Camina entre nosotros y hazme tu sirviente. Lo que me das que los necesitados jamás niegan y jamás se olvidan de cumplir tus mandamientos de amar a tu prójimo como a mí y a ti más que nada. Amén

 

Señor, me conoces y me amas. Mantienes todo unido por tu poder y tu felicidad. Así que les presento esta difícil situación que enfrento. Confío en que me darás la fuerza y ​​la sabiduría que necesito para arreglar estos conflictos laborales. Te doy el trabajo que hago, las responsabilidades que tengo y las selecciones que necesito tomar. Ven Señor, úsame para traer paz, bendición y reconciliación en mi lugar de trabajo.

En el nombre de Jesús, amén.

Señor, que no esté ansioso por la vida, porque la vida es más que comida y el cuerpo más que ropa y si vistes los lirios y alimentas a las aves del campo, también estaré protegido por ti y jamás me faltará bienes necesarios para la vida. Libérame de la codicia, la codicia, del amor al dinero, raíz de todos los males, que la prosperidad venga a mí y que la use con sabiduría y amor. Amén.

Amado padre:

Gracias por estar conmigo. Gracias porque tu Espíritu Santo está realizando un trabajo en mi vida para traer las bendiciones del Reino a la tierra. Vengo frente ustedes con las adversidades que estoy experimentando con mi gerente. Pongo frente ti el estrés que me crea y las tensiones de las que soy consciente. Por favor, dame una colosal sabiduría, fuerza y ​​gracia en este preciso momento. Ayúdame a respetar a mi jefe, pero también a no ser deteriorado. Dame sabiduría mientras trato de negociar, mantenerme permanente y ser respetuoso con mis colegas de trabajo.

En este preciso momento, elijo apoyarme en ti Señor, porque en ti acercamiento fuerza y ​​gracia. Amén.

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