Salmos para proteger los hijos

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Los hijos son el obsequio más hermoso que el Señor posibilita que llegue a nuestra vida. Por ello y por el cariño que les tenemos siempre buscamos maneras de mantenerlos seguro y protegidos contra todo el mal que puede existir en este planeta. Por ello, en este artículo te exponemos salmos para la protección de los hijos los cuales están escritos en la biblia.

Los superiores Salmos para la protección y bendición de los hijos

Padre, mientras mis hijos caminan a través de sus vidas, te estoy pidiendo que les des una dirección clara para realizar tu intención, para que logren seguir estando bajo tu protección. Dales sabiduría para comprender cuándo omitir el daño potencial, tanto física como espiritualmente. Que la sangre de Jesús se derrame sobre todos mis hijos, cubriéndolos mientras caminan por la vida.

Salmo 5: 11-12

No dejes que ningún daño llegue a ellos. Mantén a todos mis hijos seguro debajo de tus alas y protéjelos contra algún complot que esté designado a dañarlos o arruinarlos. Permanece cerca de todos mis hijos, Señor, rodéalos con tu favor como con un escudo.

Salmo 17

Oh Jehová, una causa justa; está atento a mi clamor. Escucha mi oración llevada a cabo de labios sin engaño. De tu presencia proceda mi vindicación; vean tus ojos la rectitud.
Tú probaste mi corazón, me has visitado de noche; me has puesto a prueba, y nada inicuo hallaste; he resuelto que mi boca no haga transgresión.

En relación a las proyectos humanas, por la palabra de tus labios yo me he guardado de las sendas de los violentos. Sustenta mis pasos en tus caminos, para que mis pies no resbalen. Yo te he invocado, por cuanto tú me oirás, oh Dios; inclina a mí tu oído, escucha mi palabra.

Muestra tus excelentes misericordias, tú que salvas a los que se refugian a tu diestra, de los que se levantan contra ellos. Guárdame como a la niña de tus ojos; escóndeme bajo la sombra de tus alas, de la visión de los pésimos que me oprimen, de mis contrincantes que buscan mi vida.
Envueltos están con su grosura; con su boca hablan arrogantemente. Han cercado ahora mismo nuestros pasos; tienen puestos sus ojos para echarnos por tierra. Son como león que quiere realizar presa, y como leoncillo que está en su refugio.

Levántate, oh Jehová; sal a su acercamiento, póstrales; libra mi alma de los pésimos con tu espada, de los hombres con tu mano, oh Jehová, de los hombres mundanos, cuya porción la tienen en esta vida, y cuyo vientre está lleno de tu tesoro. Sacian a sus hijos, aun sobra para sus pequeñuelos. En cuanto a mí, veré tu rostro en justicia; estaré satisfecho cuando despierte a tu semejanza.

 

Salmo 91 1:2

Pido que Dios los mantenga seguro en este planeta cada vez más inseguro. Que los protegerá del daño y la maldad. “El que habita en el refugio del Altísimo permanecerá a la sombra del Todopoderoso. Diré al Señor: “Mi refugio y mi fortaleza, mi Dios, en quien confío”.

Salmo 130

Te clamo desde lo más profundo, oh Señor. Señor, escucha mi voz; deja que tus oídos estén alerta a la voz de mis súplicas. Si tú, Señor, observas las iniquidades, Señor, ¿quién quedará?
Espero al Señor; mi alma te espera y espero en tu palabra. Mi alma te anhela al Señor, más que los guardias de la mañana, sí, más que los guardias de la mañana. ¡Espera, oh Israel, en el Señor! porque con el Señor hay amabilidad, y con él hay abundante redención; y redimirá a Israel de todas sus iniquidades.

 

 

Salmo 139: 5

Rezo ahora mismo para que protejas a mis hijos mientras avanzan a lo largo de sus días. Colocalos detrás y adelante y ubica tu mano sobre ellos.

Salmo 140

Señor, líbrame de los malvados; protégeme de los violentos, de los que traman el mal y a todas horas causan peleas. Su lengua es aguda, como de serpiente; sus expresiones son como veneno de víbora.
Señor, protégeme del poder de los malvados, protégeme de los violentos, de los que hacen proyectos para que yo caiga.

Esos orgullosos me pusieron una trampa; me han tendido red y lazos; me pusieron trampas junto al sendero. Le he dicho al Señor: «Tú eres mi Dios; ¡escucha, debido a que, mi grito suplicante! Señor, Señor, mi Salvador poderoso, tú proteges mi cabeza en el combate.»
Señor, no concedas al malvado sus deseos, no dejes que sus proyectos sigan adelante. Los que me cubren levantan la cabeza; ¡que caiga sobre ellos la maldición que lanzan! Que caigan sobre ellos carbones encendidos; que los echen en pozos, de donde no salgan más.

Que no permanezca en la tierra el deslenguado; que el mal persiga al violento y lo destruya. Yo sé que el Señor hace justicia al pobre y asegura el derecho del afligido. Los hombres honrados alabarán tu nombre; ¡los hombres rectos vivirán en tu presencia!

 

Salmo 127

Si Jehová no edificare la vivienda, en vano trabajan los que la edifican; Si Jehová no guardare la ciudad, en vano vela la guardia. Por demás es que les levantéis de madrugada, y vayáis tarde a reposar, y que comáis pan de dolores; debido a que que a su amado dará Dios el sueño.

He aquí, herencia de Jehová son los hijos; cosa de cree el fruto del vientre. Como saetas en mano del valeroso, así son los hijos habidos en la juventud. Bienaventurado el hombre que llenó su aljaba de ellos; no será avergonzado cuando hablare con los contrincantes en la puerta.

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